Podcast de Amida Shu 39: 22 de junio de 2020: traducido por Nando Maril
Aunque otros maten, seremos amables.
Y siendo bondadosos curaremos al mundo.
Aunque otros roben y exploten, seremos generosos y hospitalarios.
Y al hacerlo, haremos un refugio para el mundo.
Aunque otros escupan odio e inciten a la crueldad, diremos palabras de paz y comprensión.
Y mediante esa verdad enfriaremos el fuego que está quemando el mundo.
Aunque otros engañen y mientan, seremos sinceros y honestos.
Y al hacerlo, habrá un oasis de cordura en medio de la locura.
Aunque haya algunos que busquen sacar provecho de la ira y la codicia, estaremos contentos con lo que tenemos y lo usaremos para el mayor bien de todos los seres.
Y al hacerlo, transmitiremos con una lámpara en la gran oscuridad.
Y haremos estas cosas y seremos así, no por nuestra propia inteligencia o virtud especial, sino simplemente por el poder de la fe.
Por el poder de la fe, podemos reconocer la oscuridad que está en nosotros también, y a través de esa modesta autoevaluación, sin esfuerzo y necesariamente nos convertiremos en un espejo del Dharma.
Porque no son los arrogantes los que enfrían el fuego del mundo.
No son los que engordan y se hacen ricos los que alimentan al hambriento.
No son los ávidos de poder los que traen la paz y la reconciliación.
A veces es bueno gritar en voz alta por la causa del bien. Pero los gritos no pueden durar todo el día.
A veces es bueno arrodillarse mostrando respeto a la dignidad de todos los que han sufrido. Pero uno no puede estar de rodillas todo el día.
A veces es correcto marchar por las calles y manifestarse por el cambio. Pero este es solo un primer paso.
Resista la opresión pero continúe. Continúe para ayudar a los afligidos. Continúe y demuestre una alternativa dejando solo una pizca de esa Tierra Pura en este mundo de miseria y contienda. Porque la luz de ese reino no tiene límites e incluso la chispa más pequeña genera méritos infinitos. Y esas chispas pueden obrar milagros en los corazones de incluso los individuos y grupos más improbables.
Son esos seres ordinarios que han sido conquistados por la gracia inconmensurable quienes siembran las semillas del amor. Son las almas sencillas que han sido inspiradas por la Verdad que supera todos los obstáculos, las que riegan esas semillas. Son los que son la sal de la tierra, los que han sido tocados por la humanidad común, los que ayudan a crecer a esas plántulas vulnerables. Es gente modesta de fe sencilla la que es la flor de loto que surge del barro, floreciendo al sol sobre el fango.
Y a medida que se multiplica el número de flores de loto, se convierte en una guirnalda. Y esta guirnalda es el verdadero sutra. Quienes lo llevan se embarcan en una peregrinación eterna. En el camino se encontrarán con muchos ángeles y con la misma cantidad de dragones, y al final, encontrarán el grial, el sésamo abierto, la joya que cumple los deseos. Lo encontrarán cosido en el dobladillo de la prenda que han estado usando todo el tiempo, donde el Buda lo cosió hace mucho tiempo mientras dormían. Y cuando lo encuentren, se reirán, y todos los Budas se reirán con ellos, y esa risa resonará y resonará como Namo Amida Bu. Namo Amida Bu. Namo Amida Bu.
Muchas gracias
Dharmavidya
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