Publicado por David Brazier el 8 de mayo de 2018 a las 10:14 en el grupo “Budismo”
Texto: Para aquellos que tienen afinidad kármica con el Buda Amitabha
COMENTARIO
Para quien
Este texto y el camino religioso que describe es "para aquellos que tienen afinidad". Esto implica que no es para todos. Por supuesto, todos tenemos un camino y a cada uno le corresponde encontrarlo. No se trata de imponer a nadie un camino por encima de los demás. La verdadera religión no es un proyecto para someter las mentes de otras personas; se trata de una tarea humilde. Si el Buda viene solo por mí, eso es suficiente. De hecho, bien podría suceder que las personas que piensan que están siguiendo caminos diferentes, de hecho, estén siguiendo la misma luz que entra a través de diferentes ventanas, eso podría ser cierto, los humanos son lo suficientemente insensatos como para pelearse unos contra otros por diferencias imaginarias, pero no hay necesidad de preocuparse demasiado por eso. Hay suficientes enseñanzas disponibles para todos. Eso es algo de lo que alegrarse. Si este texto te habla, entonces préstale atención.
El sentimiento de afinidad
Este versículo puede tomarse en un nivel simple de sentimiento o puede entenderse en términos de la enseñanza. Resultan útiles ambos tipos de comprensión. En el nivel de sentimiento, sabemos que a veces las cosas simplemente sientan bien. Puede que no seamos capaces de encontrarles mucha lógica, pero sentimos en las tripas que hay algo ahí para nosotros y que tiene sentido. Podemos imaginar que esto se debe a que hemos sembrado semillas en el pasado que ahora están madurando. Toda una serie de desarrollos y sucesos nos han llevado a esto, a este descubrimiento de la gracia infinita del Tathagata, y resulta maravilloso, como sumergirse en aguas profundas y frescas en un día caluroso.
El budismo de Tierra Pura es así. Podríamos haber estudiado en otras escuelas o religiones, tal vez durante muchos años, pero luego encontramos esto y hace clic y se experimenta como un gran alivio. De repente, somos aceptados y no necesitamos luchar más desesperadamente en vano. Muy a menudo la religión hace que uno se sienta culpable. Partimos de la posición de “no ser lo suficientemente bueno” y aceptamos una vaga promesa de que la salvación puede lograrse a fuerza de hacer un trabajo hercúleo con uno mismo. Sin embargo, si Buda es Buda, entonces ya nos ama y nos cuida tal como somos. ¡Qué alivio!... Si nos toca de esta manera, entonces probablemente seamos uno de los que tienen una afinidad kármica con ese Buda. Quédate con eso. Alégrate. Has llegado a casa. Pronuncia su nombre como pronunciarías el nombre de un amante recién encontrado. Este es tu sitio.
El Buda Amitabha
Amitabha significa luz sin medida. El significado es que la luz de Buda es infinita, ilimitada y no conoce obstáculo alguno. No importa dónde estés, quién seas, en qué condiciones te encuentres, qué has hecho o dejado de hacer en el pasado, si eres popular o estás solo, si eres bueno o malo, mujer u hombre, viejo o joven , esta luz ya te está abrazando. Es como la luz de la luna. Al caminar por la noche dependemos de la luz de la luna. Uno puede ir enzarzado en sus asuntos sin pensar en la luna, y, aun así, la está usando. Entonces, un día, en lugar de mirar siempre horizontalmente o mirar hacia abajo, podemos mirar hacia arriba y ver una gran gloria que antes no habíamos visto. Volverse hacia el Buda es así. No es una idea inteligente, ni una fórmula, ni siquiera consiste en ser bueno y virtuoso; es un despertar repentino a una gloria insospechada que ha estado eternamente allí, ayudándonos a movernos en la oscuridad.
En Japón, el nombre se acortó a Amida, que solo significa sin medida. La medición tiene una gran importancia en nuestras vidas. Hoy en día el dinero se ha convertido en una especie de medida universal. Podemos ver cómo hacer referencia a todo en términos de dinero es útil para fines prácticos, pero tiende a tener un efecto amortiguador. ¿Cuánto vale una vida? ¿Cuánto la belleza de una flor? ¿El tiempo realmente es dinero? Seguramente haya otra manera. Aquí, en este mundo, tenemos que participar, al menos hasta cierto punto, de esta vida de medición, pero si eso es todo lo que hay, entonces nos convertiremos en robots, en mecanismos, desprovistos de vida real.
Mirando a la luna
Tener afinidad con el Buda Amitabha, por lo tanto, es tener ese tipo de mente espiritual, ese anhelo en el corazón por algo que trasciende todo esto. Es el comienzo de la vida contemplativa. Por lo tanto, hay algo lastimero acerca de la contemplación religiosa. Somos como la persona que mira a la luna, pero nunca puede ir a la luna. No obstante, la luz de la luna llega hasta nosotros y esa es la gran bendición.
Entonces, nuestra vida religiosa se desarrolla necesariamente dentro del marco de karma, sin embargo, por un lado, siempre está yendo más allá y, por el otro, siempre se encuentra recibiendo la gracia que penetra desde el más allá. Podemos decir que nuestra contemplación es siempre tanto "por favor" como "gracias".
Es importante reconocer que nuestra actividad religiosa se realiza dentro del reino kármico. Si no reconocemos esto, existe un serio peligro de arrogancia, de empezar a pensar que, como uno es religioso, uno es superior o porque uno sigue esta religión en particular, en lugar de otra uno se encuentra en el camino correcto y los otros están condenados. . No es así. La luna brilla en cada aldea de la tierra, sin importar cuán diferentes puedan ser.
El gran sabio Vasubandu dijo que se trata de distinguir el medio de los extremos. Un extremo sería no ver nunca la luna. El otro extremo sería tomar posesión de la luna excluyendo a los demás. Vivir al amparo de la luz del Buda Amitabha es algo maravilloso. Que otros puedan llamar a esa luz con diferentes nombres o reverenciarla de diferentes maneras es simplemente parte de la gran riqueza de la vida.
Incluso dentro del budismo, hay muchas formas de expresar esta misma verdad. Así es como Shakyamuni lo dice en una ocasión:
"Hay, monjes, un no nacido, no convertido, no realizado, no condicionado. Si, monjes, no existiera ese no nacido, no transformado, no realizado, no incondicionado, no podríais conocer aquí un escape de lo nacido, convertido, realizado y condicionado. Pero debido a que hay un no nacido, un no convertido, un no realizado, y un no condicionado, por lo tanto, podéis conocer un escape de lo nacido, convertido, realizado y condicionado ". Udana 8.3
Tal es el nirvana. Sin embargo, como seres ordinarios vivimos en un mundo donde todo nace o se hace o se convierte y está condicionado; vivimos en la esfera del karma y la originación dependiente, sin embargo, algunos tenemos afinidad con algo más allá.
Honen Shonin entendió esto. Sintió las aflicciones de este mundo, la muerte de sus padres, la crueldad de la guerra civil, las privaciones de una vida dura, pero al mismo tiempo, sintió la inspiración que le llegó a través del gran sabio Shan Tao que había visto la Tierra Pura.
A veces leemos algo y nos llama la atención. Puede ser solo un verso o un pensamiento, pero nos hace clic. Cuando eso sucede sabemos que tenemos afinidad con la fuente de esa escritura. Hay algo en la inspiración del escritor que también es una inspiración para ti. Así es como me sentí cuando leí el Ichimai Kishomon y eso es lo que me inspiró a escribir este resumen para compartirlo con todos los que tienen un sentimiento similar.
Replies
Gracias, Nati.
Gracias Dharmavidya por este bellísimo texto. Me ha encantado traducirlo y sumergirme en él...Recordaba cuando, de jovencita, llegaba a casa y al entrar por la puerta notaba el familiar aroma de la comida que había preparado mi madre. No podía haber otro olor así en todo el mundo..., sin pensar en nada algo en mi se relajaba al reconocer con alegría y plena certeza mi hogar...No surge de la cabeza, viene de las entrañas y desde lo más profundo llena todo mi ser y , a la vez, es como una suave brisa. Creo que es de esa forma simple y espontánea como se reconoce el propio camino,la verdad de cada uno, la afinidad con el Buda Amitabha. Gracias