Podcast de Amida Shu 26: 27 de mayo de 2020: traducido por Nando Maril
En la actualidad, la política británica está absorta por una historia sobre un importante asesor del gobierno que parece haber quebrantado, durante el período de confinamiento, las propias directrices del gobierno; y en el momento de realizar este podcast, no ha renunciado ni se ha disculpado. Ahora bien, no es necesario ser un seguidor de la política británica para darse cuenta de que este es el tipo de cosas que pueden crear una gran crisis política.
No digo esto para crear una discusión política, sino para resaltar que el problema de los dobles raseros, de tener un estándar por el cual se juzga a los demás y un estándar diferente por el cual uno vive la vida propia, es todo un problema. Es un problema no solo en la política, es un problema en la religión, es un problema en los negocios, es un problema en muchas esferas de la vida.
No sé a cuántas conferencias Budistas he asistido en las que un maestro ha defendido y enunciado con habilidad y fluidez una enseñanza de altos ideales que, evidentemente, no vivían ni personificaban en su propia vida. Muchas veces. Esto es un problema.
También es parte del comienzo, de la fundación del Budismo Tierrapura en Japón. Fechamos el comienzo de Tierrapura, el movimiento Tierrapura en Japón, en 1.175, cuando Honen Shonen descendió del Monte Hiei, comenzó a enseñar y adquirió seguidores.
Realmente no saltó a la fama hasta la reunión de Ohara, once años después. En 1.186, hubo un simposio en Ohara, donde varios maestros destacados de diferentes escuelas de Budismo se reunieron y presentaron enseñanzas y prácticas de las diferentes escuelas y le pidieron a Honen que hablase. La lógica detrás de esto era que Honen seguramente no podía negar la sabiduría de las numerosas escuelas de Budismo, entonces, ¿por qué presentaría algo que parecía ser nuevo?
Honen escuchó todas las presentaciones y dio su respuesta; y en su respuesta quedó claro que tenía una buena comprensión de las enseñanzas de todas las diferentes escuelas de Budismo, pero la puntualización principal que hizo fue: si bien todo aquello era estupendo y maravilloso, no conocía a nadie que realmente pudiera vivirlas. Cuando examinaba su propia vida en profundidad, no podía vivirlas él mismo. No podía perfeccionar las enseñanzas éticas, no podía manejar todos los samadhis, estaba más allá de él. Esto es como la conocida enseñanza de que si abandonas todo apego, no sufrirás ningún dolor. Bien, estoy completamente convencido de que esta enseñanza es cierta. Cada palabra es verdad. Si no hubiera estado apegado a mi madre, no habría llorado durante diez meses cuando murió. Estoy seguro de que es correcta, pero no voy a predicarte aquí que debes dejar de amar a tu madre. Estamos ante un problema básico.
Honen Shonen fue capaz de afrontar su propia limitación, su naturaleza humana, y construyó sobre esa base un nuevo enfoque del Budismo en el que, en lugar de confiar en la autoperfección, confió en el nembutsu que, según habían prometido los Budas, daría resultado sin que él tuviera que escalar la montaña por su cuenta.
Al final de la reunión, los otros maestros estaban tan conmovidos por la humanidad y la humildad de Honen que todos se levantaron y caminaron por la sala recitando el nembutsu.
Este es sin duda el espíritu correcto: que basemos nuestra vida espiritual en una evaluación realista y modesta de nuestra propia naturaleza.
Muchas gracias
Namo Amida Bu
Dharmavidya
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