Podcast de Amida Shu 38: 20 de junio de 2020: traducido por Nando Maril
Este fin de semana es el solsticio, el día más largo del año, el más luminoso. Debería ser el día más feliz del año; tenemos el máximo esplandor del sol. Por supuesto, cuando la luz alcanza su máximo, su apogeo, la oscuridad, inicialmente imperceptiblemente, comienza a regresar. A medida que avanzan los días, notaré gradualmente que las largas tardes de luz que he estado disfrutando, comenzarán a acortarse gradualmente. Mi hija, que vive en Nueva Zelanda, tendrá lo contrario. Hoy en las antípodas es el día más corto, la noche más larga. Entonces, los días se irán alargando gradualmente allí.
Esto es como el principio de la filosofía china del Yin y el Yang. Cuando el Yang alcanza su máximo, el Yin comienza a reaparecer. Cuando el Yin alcanza su máximo, Yang comienza a reaparecer. Uno desplaza al otro. Es un proceso de alternancia.
En la cultura china, tienen el libro de los cambios, el I Ching. Podría llamarse El libro de la alternancia. Ahora, tendemos a pensar que la luz es maravillosa y la oscuridad es terrible. Pero deberíamos reflexionar sobre esto. En la filosofía china, es el Yin, la oscuridad, el que es a menudo más productivo, el más valioso en cierto modo.
Recientemente hemos tenido la experiencia de la pandemia. Ahora pensamos que la pandemia ha pasado su pico. Las cosas comienzan a abrirse. Estamos volviendo a un estilo parecido a la normalidad. Cuando la pandemia estaba en su peor momento, tomamos muchas resoluciones. Mucha gente decía: "Las cosas nunca volverán a ser como eran antes, antes había muchos problemas". Durante el apogeo del confinamiento, el problema ecológico disminuyó. Los cielos estaban azules. No había estelas de aviones en el cielo azul. No había contaminación. Podías ver el Himalaya desde Katmandú. Esto era algo maravilloso y la gente pensaba: "Cuando la pandemia termine, no volveremos a nuestras viejas costumbres". Pero ahora, todo se abre y podemos viajar de nuevo, podemos comprar de nuevo y podemos hacer nuestras cosas más ajetreadas de nuevo. Esas resoluciones que hicimos en el tiempo oscuro serán muy fácilmente olvidadas.
Cuando los tiempos son oscuros de esa manera, estamos más cerca de La Vía. Estamos más cerca del camino espiritual. Nuestras mentes están abiertas a la posibilidad de un mundo mejor, a una vida mejor. Cuando los tiempos vuelven a ser fáciles, tendemos a olvidar. Volvemos a nuestras viejas costumbres. Nos asentamos en un cómodo compromiso de algún tipo.
Debemos recordar que la luz es brillante, pero la luz es ciega. Cuando estás en la luz, tiendes a no ver las sombras, tiendes a no ver la oscuridad. Pero cuando estás en la oscuridad, incluso la luz más pequeña destaca. Desde el lugar del Yin, puedes ver fácilmente el Yang, pero desde el lugar del Yang, el Yin desaparece. Entonces, cuando estamos en el culmen de gran actividad y negocios, nos volvemos complacientes. Pero cuando estamos en el período de retraimiento, entonces vemos nuevos caminos.
Tendemos a pensar en la oscuridad y pensamos en la noche oscura del alma. (Esta frase proviene de San Juan de la Cruz). Pensamos en ella como que es un tiempo terrible, de tribulaciones, de dificultad, no obstante en el poema de San Juan de la Cruz es durante la noche oscura cuando el alma sale para encontrar a Dios.
Cuando estamos en medio de dukkha, el camino es accesible. Cuando el dukkha se ha ido, el camino es más difícil de encontrar. La vida espiritual es el intento de seguir encontrando el camino, ya sea que haya luz o que haya oscuridad. Venga lo que venga, lo acogemos, pero no dejamos que nos desvíe de nuestra profunda intuición, de nuestra fe fundamental. Esto es Namo Amida Bu.
Namo Amida Bu
Muchas gracias
Dharmavidya
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