Podcast de Amida Shu 60: 3 de agosto de 2020: traducido por Nando Maril
Paso mucho tiempo trabajando en mi jardín. En parte es práctico, en el sentido de que tiene que ver con el cultivo de alimentos, pero más bien se trata de crear un espacio que sea hermoso, pacífico y acogedor, un lugar donde la gente pueda sentirse a gusto.
Aunque el resultado es algo intrínsecamente apacible, la tarea de producirlo suele ser un trabajo bastante pesado. Hay que trabajar con piedras y tierra y trasladar cantidades considerables de material de un lugar a otro, construir muros, establecer lugares donde las plantas puedan crecer. El efecto general: crear armonía y un lugar que tendrá influencia sobre las personas, apaciguando su corazón.
Había un poeta chino llamado Bai Li Tian que también era un gran jardinero. A Bai Li Tian le gustaba tener agua en su jardín, un estanque rodeado de bambú que creaba un ambiente muy agradable. Escribió un poema:
El bambú es mi amigo
porque su corazón está abierto.
El agua es mi maestra
porque su naturaleza es pura.
Solo es un pequeño poema, pero captura el espíritu encantador.
En el Budismo Tierrapura siempre pensamos en la Tierra Pura. Tenemos la Tierra Pura en mente. Este es uno de nuestros Cinco Refugios. Si tienes fe en el Budismo, entonces ya eres un “miembro”, si quieres, de Tierrapura, como si tuvieras tu pasaporte o tu billete. Es posible que aún no estés allí, pero tienes la confianza de que te está esperando.
Cuando tienes este sentido de pertenencia, entonces quieres hacer del entorno que te rodea algo que refleje ese espíritu, que reproduzca la atmósfera de esa tierra donde todos se despertarán rápidamente.
Vivimos en el mundo de condiciones y por eso debemos trabajar con esas condiciones. Trabajamos con esas condiciones de tal manera que creamos las circunstancias que inducirán un buen estado de ánimo y un corazón tranquilo a la persona que viene a disfrutar.
He creado varios lugares en mi jardín donde las personas pueden sentarse a leer o pueden estar juntas y charlar con algo de privacidad y cierta sensación de protección. Aquí puede hacer mucho calor, por lo que el jardín tiene lugares donde hay sombra.
Para hacer este tipo de cosas tienes que cooperar con los elementos naturales. Para tener sombra hay que pensar en los árboles. Para tener un ambiente agradable, hay que pensar en las flores y las plantas que cultivar, dónde hacer espacios abiertos y dónde hacer espacios recogidos.
Esto significa que aunque estés trabajando como un obrero, moviendo carretillas llenas de piedras, en tu corazón está el pensamiento de la persona que puede venir y disfrutar del fruto de este trabajo.
De esta manera, incluso las cosas más mundanas se convierten en un nembutsu, porque uno tiene al Buda, el Dharma y la Sangha en mente mientras lo hace, está creando la Tierra de la Armonía y brilla la Luz de Amida.
Ahora volveré a mi jardín.
Muchas gracias
Namo Amida Bu
Dharmavidya
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