Podcast de Amida Shu 12: 29 de abril de 2020: traducido por Nando Maril
Quisiera comenzar con una o dos reflexiones sobre la situación política en la que nos encontramos en esta etapa del desarrollo de la pandemia.
En este momento, la gran noticia es: ¿es posible que la sociedad, como se dice... se "abra", la economía se abra, y cómo y cuándo puede suceder? En gran parte de la discusión, la mayor parte del enfoque está realmente en la cuestión de "cuándo". Y esto es bastante comprensible. Tiene que ver con "¿cuándo será seguro?" dada la prevalencia del virus en nuestra sociedad. Pero lo que realmente necesita algo de atención es también el "cómo". ¿Cómo será la apertura de la economía, de la sociedad? Cuando suceda, ¿cómo va a ser? ¿De qué forma será?
Existe una especie de suposición implícita en torno a que forma tendrá la vuelta a cómo eran las cosas antes de la pandemia. Lo más rápido posible y, en la mayor medida posible, reconociendo que probablemente no se logre del todo, debido a que se habrá producido un daño irreparable.
Seguramente esta no es la actitud correcta. En cierto sentido, la situación en la que nos encontramos en este momento, es una oportunidad. En este punto, los distintos gobiernos del mundo se encuentran en una posición de poder e influencia. Van a rescatar, van a subsidiar, van a otorgar subvenciones a una amplia gama de organizaciones e individuos para que puedan hacer ciertas cosas. E importa cuáles son esas cosas.
Este es un momento en el que podría haber un cambio real en la forma de funcionamiento de la economía mundial. Eso podría estar inspirado en principios importantes. Quizás podríamos avanzar hacia una economía mucho más verde. Antes de la pandemia, todo el mundo estaba preocupado por la situación ecológica. Este es un momento en el que podríamos hacer algo al respecto. La forma en que se otorgan, se eligen y seleccionan las subvenciones del gobierno podría estar determinada por una visión positiva del futuro, un sentido constructivo de hacia dónde debemos ir. Si esto sucederá o no, no lo sé, pero también tiene un paralelismo en cómo pensamos sobre nuestras propias vidas.
El Budismo se preocupa mucho por el karma, y el sentido Budista del karma es que lo que haces, tiene consecuencias y, por lo tanto, es posible moldear el futuro. El Budismo no se trata solo de descansar en el aquí y ahora, el Budismo se trata de acciones constructivas positivas que traen consigo un futuro mejor. Buda ve seres que suben y bajan según sus actos. De modo que sus actos importan. Y lo que importa de los actos, es la intención detrás de ellos.
Sin embargo, lo que ocurre con los gobiernos, ocurre por igual con los individuos. En el momento en que tienes el poder de marcar la diferencia, este suele ser el momento en que, por diversas razones, se vuelve muy difícil reunir los principios correctos, el pensamiento correcto, la visión correcta, el discurso correcto, la acción correcta, etc. . Se vuelve difícil ponerse en el camino en ese momento porque uno está bajo la presión de las circunstancias. Uno está bajo la presión, en este caso, del miedo a la enfermedad y de la ansiedad de las personas, que tiende a hacer que retrocedan en lugar de progresar.
En momentos como ese, es cuando existen las posibilidades, y es cuando realmente importa cojer el toro por los cuernos. Pero solo lo hacemos si ya estamos preparados antes de que surja una crisis de este tipo.
Si realmente los gobiernos tenían la intención de unise antes de esta crisis con la verdadera intención de lograr un mundo más verde, por ejemplo, ahora pueden hacerlo. Pero es muy fácil, en medio de la crisis, perder la noción de su mayor propósito, su mayor intención y desviarse por el mal camino.
El Budismo tiene que ver con establecer ese sentido de dirección, ese sentido de propósito, sentido de significado, buenos valores, direcciones correctas... antes de que ocurra una crisis, de modo que cuando ocurra una crisis uno esté en situación de actuar de una manera hábil, sabia y compasiva.
Muchas gracias
Namo Amida Bu
Dharmavidya
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