Podcast de Amida Shu 71: 25 de agosto de 2020: traducido por Nando Maril
En el último podcast di un ejemplo de la mente errante: una mente que fluye de una imagen de una pared desnuda a otra que monta un gran caballo negro en las montañas. Esta es la acción de la mente a través de sus procesos de asociación, la asociación libre, que está documentada en el Abhidharma, hace 2.500 años, como una de las formas en que la mente está condicionada. Este es el comportamiento de la mente natural.
Por supuesto, esto es muy diferente de la idea popular actual de "atención plena" como algo que es una atención deliberada y sin prejuicios al "aquí y ahora". En mi ejemplo de las asociaciones en la mente [el proceso] no fue deliberado, fue espontáneo. No se preocupaba por el "aquí y ahora", estaba vagando sobre reminiscencias de hace mucho tiempo, imaginaciones de lo que está sucediendo muy lejos. No era el "aquí y ahora", era el "allí y entonces". ¿Y fue juicioso? Bueno, ciertamente un poco, porque las cosas en las que la mente divaga son las cosas que valora. A veces las cosas que teme, pero sin duda las cosas sobre las que tiene una opinión. En un momento estaba siendo el niño feliz, en un momento el padre orgulloso, en otro momento el trabajador social concienciado, en otro momento el jinete entusiasta. Hay un elemento de juicio en todos estos sentimientos.
Entonces, ¿es esto malo, o dicho de otra forma, es esto lo que no se debe hacer? Algunos defensores de la atención plena (en el sentido moderno), podrían decirlo.
Pero sugeriría que, si estamos en el negocio de la reducción del estrés, que es como se suele vender el mindfulness moderno, entonces la asociación libre, los viajes de la mente pueden considerarse una forma más eficaz de reducir el estrés que el ejercicio deliberado, porque se trata de la mente natural, la mente que vuelve a su estado natural. Esto está muy cerca del ideal Taoísta. Cuando permitimos que la mente sea natural, es como la mente de un niño. Como la mente de un niño jugando. Yo llamo a esto la mente juguetona.
En consecuencia, hoy te recomiendo la mente juguetona: dale un poco de espacio a tu mente. Esta es, en muchos sentidos, la fuente de la creatividad. La creatividad surge mucho más de la imaginación que de la deliberación. Por supuesto, la deliberación y la imaginación cooperan. Cuando uno ha deliberado sobre un tema o problema y tal vez ha llegado a un callejón sin salida de algún tipo, entonces debe retroceder y darle a la mente algo de espacio, darle algo de tiempo para jugar. Cuando la mente juguetona está funcionando, las musas vienen a menudo a echar una mano y algo nuevo, desde un nuevo ángulo, algo que no se había imaginado antes, aparece de repente. De esta manera se resuelven, a menudo, lo que parecían problemas irresolubles y uno se libera de lo que parecía un callejón sin salida o una prisión.
En el Budismo decimos que estamos interesados en la liberación de la mente. Cultivar la liberación de la mente juguetona es ciertamente una parte elemental. Lo recomiendo.
Namo Amida Bu
Muchas gracias
Dharmavidya
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