Podcast de Amida Shu 20: 15 de mayo de 2020: traducido por Nando Maril
Hace muchos años estuve en Tailandia, en Bangkok, y me quedé en uno de los grandes templos Budistas de allí, un templo Theravada; y cuando llegué, noté que había una gran pancarta sobre la fachada del templo, y en esta pancarta estaban las palabras: “Will-Power Institute”.
El templo obviamente se había designado a sí mismo como el "Instituto de la Fuerza de Voluntad", y le pregunté a uno de los monjes qué significaba esto. ¿Podría explicármelo? Me dio un discurso muy agradable, que claramente estaba bien ensayado y había dado varias veces, estoy seguro, diciendo que los Budas muestran el camino y cada uno debe recorrerlo solo y debe poner su esfuerzo, y que lo que obtenga de él será proporcional al esfuerzo que ponga.
Escuché y mostré aprecio por su explicación; y luego le pregunté si podía mostrarme el templo, lo cual aceptó y tuve una visita agradable.
Fuimos al piso de arriba y allí había un gran salón. Había líneas en el suelo y pregunté para qué era esto. Me dijo que era para hacer meditación caminando y pensé, bueno, esto es muy interesante porque yo también hago meditación caminando, y él podría explicarme cómo lo hacen, y todo eso.
Y se complació en hacerlo y me mostró la postura y la manera de caminar y cómo poner las manos y la respiración, etc. Y luego dije: "¿Y qué pasa en tu mente cuando estás haciendo esta práctica?" Él dijo: "Bueno, en cada paso, le pido ayuda al Buda. Con cada paso, digo Buddho, y la intención es pedirle al Buda que venga en mi ayuda.
Y dije: "Bueno, eso suena un poco diferente de lo que dijiste abajo".
Y me sonrió y dijo: "Sí, bueno, las cosas que dije abajo, son las cosas que aprecian los visitantes occidentales".
Y en este punto tuve una revelación: vi la diferencia entre el Budismo en Oriente y el Budismo en Occidente. La gente de Oriente, cuando son budistas, se refugian en el Buda, tienen fe en el Buda, creen que el Buda puede ayudarlos, y su práctica, esencialmente, es abrir su corazón al Buda, para que el Buda puede entrar en ese precioso espacio y traerles socorro y ayuda.
Entonces, no se enfatiza en hacer un esfuerzo para lograr algo a través de una práctica técnica, que tienes que hacer bien y hacer durante muchas horas, y así sucesivamente. Es más bien una fe apacible, una confianza gentil en que, si lo pides, el Buda vendrá a tu ayudarte.
Cuando comencé en el Budismo, estaba inmerso en el modo occidental, y lo que aprendí se llama Budismo del poder propio. Pero a medida que me hice mayor y tuve más experiencia, y también, a medida que visité Asia y fui expuesto a las costumbres de los Budistas en el Lejano Oriente, he llegado a confiar cada vez más en la ayuda que he recibido del Buda. Y ahora, mi práctica es simplemente, en cada cosa que hago, ya sea algo grande o algo bastante mundano, en cada cosa que hago, refugiarme en el Buda, pedirle ayuda al Buda y hacerlo a través de la sencilla oración nembutsu.
La esencia es pedirle al Buda que venga en tu ayuda.
Esto ha sido una gran bendición y un gran alivio y ha traído paz a mi corazón y así lo comparto contigo. ¡Refúgiate en el Buda! No tienes que hacer todo por tu propio esfuerzo.
La gracia del Dharma vendrá a ti, si lo pides.
Namo Amida Bu
Muchas gracias
Dharmavidya
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