Podcast GS25: 4 de abril de 2021: traducido por Nando Maril
El Buda Shakyamuni vivió hace 2.500 años. Conocemos muchas historias sobre él tanto antes como después de su iluminación. Una de las historias famosas de su infancia es su historia bajo la pomarrosa.
Cuando era un niño, fue al festival de la labranza, que tenía lugar en la primavera. Este era un gran evento para aquellas personas, que recientemente se habían convertido en agricultores y se establecieron para arar los campos. Por tanto, la fiesta del arado era una gran ocasión y el padre de Siddharta Gautama tenía el honor de ser la persona que abría el primer surco. Así, el niño pequeño, ve a su padre salir guiando el arado, tirado por bueyes ricamente decorados, que cruzan el campo a grandes zancadas; y el niño ve la tierra abierta, y la siente como una herida (la carne de la Madre Tierra está siendo abierta) y ve cómo, cuando la tierra se abre, las vidas de todos los animalitos que viven en ella se ven interrumpidas, y las aves del cielo vuelan para comerse a todas estas pequeñas criaturas.
El niñito está muy preocupado por esta visión y se escabulle con la necesidad de pensar en ello. Está siendo atendido por niñeras, pero están tan absortas por la emoción del evento del festival que, durante un rato, no se dan cuenta de que se ha ido. Entonces alguien hace sonar la alarma: —¿A dónde ha ido Siddharta? —y todos van a buscarlo y lo encuentran absorto en contemplación, sentado bajo la pomarrosa. Todos están encantados de verlo sentado allí y piensan: "Oh, va a ser un gran sabio algún día".
Lo que se suele sacar de esta historia es la metodología. Se dice que más tarde, en la noche de su iluminación, el Buda recordó el éxtasis en el que había entrado bajo la pomarrosa y aplicó este método para entrar en dhyâna, el estado de rapto, el estado de meditación, y este resultó en su iluminación.
Pero creo que ahora deberíamos reflexionar un poco sobre el contenido de su reflexión. La iluminación no se produce mediante una técnica, sino mediante un encuentro con la realidad existencial. Esto era lo que le estaba sucediendo al pequeño Siddharta en ese momento. Allí, aquel día, vio que es imposible vivir en este mundo sin daño y destrucción. Los pájaros no podrían vivir sin comer insectos y gusanos. Los humanos no podrían vivir sin cultivar el alimento, y para cultivar ese alimento hay mucha muerte y destrucción. No hay escapatoria de esto. Este es el gran dukkha, el gran dolor. No hay forma de vivir una vida completamente inofensiva.
Más tarde, el Buda se encontraría con los ascetas jainistas que se esforzaban valientemente para vivir una vida pura y totalmente inofensiva, pero sabía que ese camino no era posible. El Buda Shakyamuni nos enseñó cómo vivir una vida noble en medio de un mundo como éste. No un mundo en el que nosotros, por nuestro esfuerzo espiritual, entramos en un mundo completamente diferente, sino uno que acepta la verdadera realidad de nuestra situación.
Namo Amida Bu
Muchas gracias
Dharmavidya
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