Bodhisattva ~ Podcast GS31 en español

Podcast GS31: 5 de mayo de 2021: traducido por Nando Maril

No se puede reconocer a un bodhisattva por marcas o signos. A veces el bodhisattva está tranquilo y pacífico, a veces el bodhisattva está airado, a veces es un bromista, a veces un provocador, a veces creativo, a veces destructor. El bodhisattva aparece de muchas formas. No vive poniendo excusas. Digo "él" por conveniencia. Un bodhisattva podría ser hombre o mujer, adulto o niño, joven o anciano, podría ser la persona sentada a tu lado en el autobús.

El bodhisattva es libre. No es como otros seres atados a la moda, manipulados por la presión del grupo, esclavizados por la necesidad. Por tanto, es muy peligroso. Se ríe de lo que el mundo odia; apenas se da cuenta de lo que el mundo ama. El bodhisattva es un espejo para el mundo; el tipo de espejo en el que el mundo no quiere verse. A veces el mundo le ama, a veces el mundo le odia. El mundo odia a quien dice una verdad incómoda y prefiere escuchar palabras tranquilizadoras que no alteren las ilusiones profesadas.

A veces, el bodhisattva es colgado de una cruz. A veces le rescatan. Siempre hay quienes le aman, quienes le odian, quienes se ríen de él, quienes le adoran, pero el bodhisattva no confía en ninguno de ellos. No hay verdadero refugio en el mundo humano. El bodhisattva no confía en las personas y por eso es libre de ayudarlas y servirlas. No busca una recompensa mundana.

La fe del bodhisattva está más allá de este mundo. Tiene confianza en lo que no es impermanente, no creado, no dependiente. Sin tan siquiera pensarlo, acumula tesoros en el cielo. Cuando obtiene esa fortuna, la regala toda. Nunca le falta lo necesario porque no es posesivo. Su vida frugal es rica en espíritu.

Las opiniones mundanas van y vienen. Cuando te conformas, eres elogiado, pero cuando cambia la moda, te dejan de lado. El bodhisattva no tiene tiempo para ese tipo de cosas. Cuando le elogian, no se lo toma como algo personal, cuando le culpan, exactamente lo mismo.

A veces tiene la temeridad de parecerse al niño que señaló que el rey estaba tan desnudo como el día en que nació, aunque al hacerlo, habrá quienes quieran matarlo. Pero el bodhisattva nunca es una víctima, ni sigue ideales. Toma cada día como viene. Cuando es invierno, su corazón está a tono con la temporada de invierno; cuando es primavera, florece con las flores; está en casa con todo lo que envía la naturaleza.

A veces, el bodhisattva está solo. Después de todo, nadie quiere vivir como él. El bodhisattva es un palo viejo y duro. Hace mucho tiempo el bodhisattva hizo votos, pero ahora se fusionan con la médula de sus huesos. No sigue las reglas, no tiene una agenda fija. A veces la gente acude a él para pedirle instrucciones y él pone a prueba la determinación de ellos. Mucha gente, sin embargo, le da cancha por no querer confrontarse. Las personas se asocian con él y hacen muchas suposiciones sobre su enseñanza sin preguntar nunca; probablemente se sorprenderían mucho si se diesen cuenta.

El bodhisattva habita el lado oscuro y por eso es capaz de reflejar la luz. Aunque intentes atraparlo, se desliza a través de la red. Siempre está salvando seres, liberándolos de sus propias redes, pero cuando ha liberado a innumerables seres, no ha hecho nada especial. Si le encuentras, no intentes ser listo. Solo trata de aprender todo lo que puedas, haz ofrendas y no hagas nada que le preocupe, y él te dará la perla mágica.

Namo Amida Bu
Muchas gracias
Dharmavidya

You need to be a member of David Brazier at La Ville au Roi (Eleusis) to add comments!

Join David Brazier at La Ville au Roi (Eleusis)

Email me when people reply –