Podcast GS47: 21 de septiembre de 2021: traducido por Nando Maril
Prepárate para meditar.
Relaja el cuerpo. Fíjate en la respiración.
La inhalación, la exhalación.
Siente el aire entrando en el pecho. Siéntelo hasta el abdomen. Sintiendo el movimiento del diafragma y el pecho mientras el aire entra y sale.
Inhalar – exhalar.
Siente el aire entrando por las fosas nasales y llegando a los pulmones.
Este aire es muy valioso. Viene de fuera de mi cuerpo y entra en mi cuerpo. Este aire no es yo, pero no podría vivir sin él. Podríamos reflexionar que somos objetos sólidos, hasta cierto punto objetos líquidos, dependemos de sólidos y líquidos, pero dependemos aún más del aire. Si el aire dejase de estar disponible, no viviríamos más de unos minutos; en esa circunstancia, daríamos cualquier cosa para que regresase de nuevo.
Por tanto, el aire es inmensamente valioso.
Mientras inhalas, ten en cuenta que estás inhalando algo enormemente valioso. Como si el aire fuese oro o diamantes. Podrías imaginar que estás llenando tu cuerpo de pequeños diamantes. Este aire es más vital, más precioso que los diamantes, y todos los días lo recibimos gratuitamente.
El aire que respiro no me pertenece, no lo compré, no me lo gané, no lo hice. Es un regalo completamente gratis. Qué afortunado soy.
A mi alrededor, durante todo el día, está este elemento aire. Vivo sobre la tierra, pero vivo en el aire. Me muevo dentro de él. Como en un vasto océano de la cosa más valiosa que se pueda imaginar; y la mayor parte del tiempo lo pienso poco, sin embargo, aquí está: el mayor regalo posible.
Inhala – exhala.
Muchas gracias
Namo Amida Bu
Dharmavidya
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