Podcast GS49: 21 de septiembre de 2021: traducido por Nando Maril
El espacio y la amplitud son conceptos muy importantes en la práctica budista, en nuestras reflexiones filosóficas y en nuestras prácticas, y en nuestras reflexiones sobre nuestras vidas y nuestro mundo. A veces pensamos en el espacio como el contenedor de todos los demás elementos, por así decirlo. Pero el espacio, en realidad, es tan misterioso como todos esos otros elementos. Los científicos han cavilado sobre si es realmente posible tener un espacio completamente vacío y hemos aprendido de ello que la naturaleza aborrece el vacío. Bueno, parece posible crear cierto tipo de vacío de todos modos. Pero aquí, hablando espiritualmente, nos preocupa más la idea, la imagen, la forma en que cierto sentido del espacio impregna nuestro pensamiento, hace posible nuestro pensamiento, hace posible nuestra práctica. Necesitamos espacio psicológico, espacio espiritual. Cuando podemos poner las cosas en la amplitud, la perspectiva cambia. Y en el budismo, por supuesto, hablamos mucho sobre śūnyatā , sobre el vacío, y este es un tipo de espacio.
Algunas escuelas de budismo han afirmado que el espacio, junto con el nirvānạ, es algo que no es impermanente. Otras escuelas lo han negado. Entonces, a lo largo de los siglos ha habido una gran cantidad de debate filosófico sobre la naturaleza del espacio. Pero, sea como sea, todos tenemos cierta sensación del espacio, y cuando tenemos la sensación de que no hay espacio, nos sentimos presionados, saturados, nuestras vidas se vuelven difíciles y desagradables. En consecuencia, la reflexión sobre la expansividad, sobre la creación del espacio, es una meditación muy útil. Hablamos de ‘la gran mente’ o de tener un ‘gran corazón’, de tener un corazón que tenga espacio dentro de él para recibir a muchas personas, muchas circunstancias. Esto puede tomarse como una reflexión fácil que nos da una idea de cómo es la fe budista, la práctica budista. La fe y la práctica budistas son una cuestión de vivir con amplitud.
Hay prácticas en el budismo en las que, mediante la intuición, se intenta identificar el yo. ¿Está el yo en el elemento tierra? Bueno, en realidad no, porque el elemento tierra es algo con lo que nos enfrentamos. ¿Está el yo en el elemento agua? Lo mismo. ¿En el elemento aire? ¿En el elemento fuego? Incluso en el elemento de la conciencia: el yo no se puede encontrar. ¿Es el yo un cierto tipo de espacio? Una vez más, es elusivo. El budismo nos invita a dejarnos llevar por una gran amplitud y al mismo tiempo darnos cuenta de que incluso el espacio es un misterio incomprensible, algo que se escapa cada vez que intentamos atraparlo.
En un sentido simple y práctico, dependemos de tener espacio. Psicológicamente necesitamos espacio mental. Pero este espacio no es yo, no es mío y no puedo encontrarme en él. Esa es la visión budista.
Namo Amida Bu
Muchas gracias
Dharmavidya
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