Podcast de Amida Shu GS5: 14 de diciembre de 2020: traducido por Nando Maril
¿No tuvimos un retiro maravilloso? En consecuencia, muchas personas se preguntan ahora cómo avanzar desde aquí, como...
"¿Qué debo hacer conmigo mismo?"
"¿Qué puedo hacer por la Sangha?"
"¿Qué puedo hacer por el mundo?"
Estas tres preguntas están bastante relacionadas. Podríamos comenzar con cualquiera de ellas.
Si empezamos con “¿qué puedo hacer con el mundo?”, podemos sentirnos desconcertados, abrumados. O podríamos lanzarnos a convertirnos en pacificadores o trabajadores sociales de algún tipo; podríamos unirnos a una organización, o unirnos a otros y crear un proyecto, o simplemente salir con un termo de té caliente y sentarnos junto a esa persona sin hogar, que vive bajo el puente, y charlar. Siempre hay algo que podemos hacer. En el ‘retiro bodhi’’ hemos escuchado y visto maravillosos ejemplos de trabajo heroico para corregir algunos de los males del mundo. A veces las cosas son posibles. Sin embargo, también hemos escuchado cómo los pequeños actos cotidianos pueden tener un efecto desproporcionado. Todos contribuimos a crear la cultura del Dharma. La túnica de Buda está confeccionada con una tela compuesta de bondad y sabiduría. Nos ponemos esta ropa cada vez que nuestra mente se vuelve hacia el Dharma. El nembutsu es como la lanzadera que teje esa tela.
Si comenzamos con la pregunta: “¿Qué puedo hacer por la Sangha?”, de nuevo, podríamos preguntarnos cómo empezar. O podríamos, simplemente, utilizar el teléfono, WhatsApp o el correo electrónico y comenzar a comunicarnos, tal vez al principio con aquellos que conocemos, preguntando: “¿Qué es posible? ¿Qué podríamos hacer juntos? ¿Qué están haciendo los demás? ¿Puedo ayudar?" El resultado de tal acercamiento podría ser la formación de pequeños grupos. Podrían tener un proyecto, como estudiar juntos, u organizar un evento o plan, o podrían ser simplemente grupos de amistad para compartir, desarrollar apoyo mutuo y practicar juntos. Una vez más, el cemento que mantiene unidos a estos grupos en la Sangha es el nembutsu. Existe una base para nuestra conexión y cooperación debido a que todos, de una forma u otra, estamos volviendo la mente hacia Buda y el Dharma, aunque tengamos personalidades muy distintas, y cuando nos reunimos en tal contexto, aprendemos mucho. Todas esas diferencias se convierten en contribuciones a una química maravillosa.
Por supuesto, en principio, todos podemos comenzar con la tercera pregunta: "¿Qué puedo hacer por mí mismo?" Sin embargo, en realidad, si somos honestos, ¡esta puede parecer la más abrumadora de todas! A veces, arreglar el mundo parece pan comido al lado del enorme desafío de hacer algo por uno mismo. De hecho, siendo algo realista, es completamente imposible hacer algo por uno mismo, porque el ego es tan sutil que puede corromper cualquier esfuerzo que hagamos. Y cuanto más nos preocupamos por si “estoy haciendo las cosas bien”, ¡empeora!
En consecuencia, en esta dimensión, el nembutsu lo es todo. No podemos levantarnos por nosotros mismos, pero podemos confiar en que el hábito de volvernos hacia Buda y el Dharma nos servirá. Se trata de entregarse a un proceso misterioso.
Reunirnos para el gran retiro ha sido una experiencia maravillosa, y muchos de nosotros dimos pasos, quizás incluso sorprendiéndonos a nosotros mismos. Tal vez hubo una nueva voluntad, cierta disposición a arriesgarse, acercarse o unirse, mientras que antes podríamos haber sido más circunspectos. Todo esto es por el poder del refugio. Mantenerse a salvo en este mundo es un trabajo tan duro que, cuando uno se encuentra con un lugar seguro, un lugar de refugio, los milagros se vuelven posibles.
En fin, ahora todos estamos orando para que el milagro continúe, y esa oración, la oración que abre nuestro corazón, es Namo Amida Bu.
Muchas gracias
Dharmavidya
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