Podcast GS32: 10 de mayo de 2021: traducido por Nando Maril
En el Budismo hablamos de los tres venenos. Los tres venenos son la codicia, el odio y el engaño. Son venenos en el sentido de que pueden destruir, o al menos hacer malsana, la vida espiritual. Un veneno entra en todo el cuerpo y lo hace funcionar mal.
Entonces, ¿cuáles son los tres venenos?
La codicia es apego, dependencia, deseo, querer cosas agradables a la vista, agradables al oído, agradables al tacto, cosas que queremos, cosas que nos dan placer. Cuando solo quieres todo esto de forma ordinaria (cuando tienes hambre, quieres comer, cuando tienes sed, cuando quieres beber) entonces no hay daño. Esto es bastante natural. De lo que habla el Buda es de cuando algo se vuelve obsesivo, compulsivo, insistente. En lugar de ser algo que sirve al bienestar, como comer cuando tienes hambre, se convierte en algo que domina tu existencia, por lo que estás constantemente buscando cosas dulces. Puede ser dulce en muchos sentidos diferentes.
Y luego, por supuesto, ocurre lo contrario. Queremos deshacernos, no tener, destruir las cosas que encontramos amargas, repulsivas, odiosas, amenazantes. El miedo juega un gran papel en esto, porque sabemos con más agudeza que estas cosas nos dañan y destruyen. Cuando consumimos demasiadas cosas buenas, digamos demasiado azúcar, esto, en último término, también nos destruirá, pero el proceso es lento. Mientras que cuando alguien nos ataca con un cuchillo, sabemos que el proceso puede ser bastante rápido. Por ello, cuando codiciamos, no notamos particularmente la destrucción que está provocando, pero cuando odiamos, tenemos una fuerte sensación de destrucción y nosotros mismos queremos destruir.
También hay engaño o engreimiento. Esto quiere decir que construimos un sentido del yo; y esto es tanto la vanagloria de “yo soy” (“yo soy esto, yo soy aquello”) como la presunción de “ellos son” (etiquetar a otros y ponerlos en alguna categoría que luego está sujeta a la codicia y al odio). A ciertas personas las colocamos en un pedestal y las adoramos, a ciertas personas las rechazamos y despreciamos, y eventualmente quizás las destruimos. Se convierten en el enemigo, o en el sacrificio, o en el criminal.
La codicia, el odio y el engaño: todos estos son contaminantes en la vida espiritual. Pero ya sabes, si bebieras solo agua pura y destilada toda tu vida, bueno, tu vida sería muy, muy corta. Te destruiría. Si respiraras solo oxígeno puro, te destruiría aún más rápido. Los seres humanos se desenvuelven, por naturaleza, en un ambiente contaminado. Cuando únicamente vivimos en medio de la pureza, no podemos soportarlo, nuestras células se destruyen rápidamente. Por tanto, hay una lección aquí que debemos tomar en serio. La codicia, el odio y el engaño son grandes venenos, pero todas las medicinas también son venenos y sin un poco de veneno no podemos prosperar. Esta es la naturaleza bombu. Esta es la naturaleza del ser humano. La pureza es demasiado.
Codicia, odio y engaño, bueno, evitemos sus peores formas. Sin embargo, las pequeñas cosas de la vida son bastante naturales, y debemos vivir una vida natural, y para celebrarlo decimos —Namo Amida Bu —, porque Amida nos acepta simplemente como somos.
Namo Amida Bu
Muchas gracias
Dharmavidya
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